Teníamos muchas ganas de que llegara. Después de tantas semanas obligados a estar en casa, la llegada del verano la esperábamos con la ilusión de poder recuperar la normalidad y disfrutar del sol y del aire libre. La primavera se nos ha ido sin apenas disfrutar de sus paisajes floridos, así que ha llegado el momento de recibir al verano como bien se merece, por todo lo alto.
Los cambios de estación son épocas de celebración, de transformación, de cambios de hábitos… La especie humana ha ido organizando su vida atendiendo a los cambios de luz, de temperaturas y de clima, para sobrevivir y alimentarse de lo que les daba la tierra según la época. Para nosotros el verano es tiempo de vacaciones, de alegría, de descanso… Por eso os vamos a proponer algunas actividades para darle la bienvenida y disfrutarlo desde el primer día.
Ritual de verano
En las hogueras de San Juan se aprovecha para quemar lo malo o lo viejo e iniciar una época renovada en la que se plantea una nueva vida en positivo. Nosotros podemos hacer lo mismo con nuestros peques. Podemos escribir una carta o realizar algunos dibujos que representen aquello que queremos borrar u olvidar. ¿Nos atrevemos a quemarla con sumo cuidado? Después podemos hacer otro gran dibujo con símbolos veraniegos; como el sol, la sombrilla, los helados, la sandía, las chanclas… y dejarlo en un sitio privilegiado de la casa para que nos recuerde cada día, que estamos en la mejor época del año.
Helado casero
Si hay algo que nos chifla del verano es poder comer helados. En nuestra fiesta particular de bienvenida al verano podemos preparar un helado casero y disfrutar de su sabor, pero también de la experiencia de elaborarlo en casa. Aquí os dejamos una simple receta: necesitamos una batidora de vaso potente y tener congelados previamente unos plátanos maduros a rodajas. Déjalos fuera del congelador unos 15 minutos y después añádelos a la batidora con una cucharada de cacao y opcionalmente algún endulzante, ya sea azúcar, sirope de ágave o un par de dátiles grandes. Bate con cuidado y, si cuesta mucho, añádele un poquito de leche. El resultado es un helado cremoso con sabor a chocolate que está para chuparse los dedos. ¡Qué viva el verano y sus sabores!
Manualidades
Elaborar un mural de verano puede ser muy divertido. Con cartulinas de colores, fieltros, hilos de lana y demás materiales, podemos elaborar detalles que nos recuerden al verano. También podemos optar por algo más fácil, como dibujos, pero más allá de los lápices de colores, también podemos animarlos a pintar con acuarelas el paisaje veraniego que más les guste o las frutas más sabrosas de esta época.
Fiesta de bienvenida
Hagamos del día más largo del año una jornada especial. Podéis preparar una merienda-cena con vuestro picoteo favorito o confeccionar unas guirnaldas y un photocall veraniego para preparar un divertido escenario. ¡O incluso podéis disfrazaros! Lo ideal sería preparar la fiesta al aire libre, ya sea en la terraza, en el balcón o en el porche si lo tenéis, o incluso podéis preparar un picnic en la playa. Algunos juegos tradicionales, la canción del verano y unos bailes improvisados seguro que hacen del solsticio de verano un día muy especial para dar la bienvenida a la nueva estación.
Disfrutadlo al máximo e inspiraros de ideas como las que podéis encontrar en nuestro blog sobre Los juegos más divertidos del verano… ¿Jugamos?