¿Cómo andamos hoy de ánimos? Después de la experiencia de los últimos meses, la vuelta a la normalidad sigue siendo un tobogán de emociones. Puede que haya días que estéis muy ilusionados haciendo cosas en familia, y al día siguiente vuelva el desánimo porque solo se vean los problemas a medio o largo plazo y estéis desmotivados para hacer cualquier cosa.
Es necesario desconectar y vivir en positivo dentro de las circunstancias. Para hacerlo os invitamos a dejar atrás las excusas y que el próximo sábado día 20 celebréis por todo lo alto el Yellow Day, que está considerado como el día más feliz del año por los expertos. Así lo determinó un grupo de psicólogos y meteorólogos, teniendo en cuenta algunos factores: es el día con mayor número de horas de luz, aumentan las temperaturas, las vacaciones se acercan, llegan los horarios intensivos y las pagas extras. Todo esto es cuanto menos curioso, ¿verdad?
Es por ello que no debemos desaprovechar la ocasión y planificar este día especial para pasarlo lo mejor posible. Sin duda, volver a disfrutar del aire libre es uno de los premios que podemos saborear ahora con mayor satisfacción. Y aunque tengamos que respetar algunas normas y restricciones dada la situación excepcional, no debemos olvidar que lo más importante es vivir las experiencias al aire libre en positivo.
Seguro que cerca de casa o a media hora en coche tenemos ese lugar en la playa o en la montaña donde poder disfrutar de la libertad, para que nuestros peques puedan correr, saltar, ir en bici, practicar deporte al aire libre; o simplemente respirar, escuchar las olas del mar, notar la brisa, oír a los pajaritos cantar, sentir el calor de los rayos del sol…
¿Qué es lo que nos hace felices? Las respuestas a esta pregunta seguro que son muy variadas, ya que cada uno es feliz a su manera, con sus cosas, con los suyos, disfrutando de sus aficiones; o bien en soledad y regocijándose de la tranquilidad más absoluta.
Nosotros os proponemos que, para celebrar el día más feliz del año, le formuléis a vuestros peques una pregunta y a ver con qué respuestas os sorprenden. Podéis proponerles que escriban una redacción de cómo sería para ellos un día súper feliz. Qué les gustaría hacer, dónde irían, con quién, qué comerían, qué ropa llevarían. Y a partir de su redacción podéis planificar una jornada especial para que el próximo sábado tenga la mayor similitud posible con su día ideal.
También sería una buena ocasión para prepararles alguna sorpresa u organizar una jornada diferente; como cocinarles su plato favorito, planificar una excursión con sus amigos o con sus primos, realizar una visita sorpresa a los abuelos, o algo más loco como una fiesta de disfraces o un concurso de play-back familiar; incluso, por qué no, a lo mejor nos podemos permitir comprarles algún caprichito que sabemos que les hace mucha ilusión desde hace tiempo.
Desde luego, sean cuáles sean las circunstancias, que a veces sabemos que no son las más adecuadas, ser feliz es ante todo una actitud, una forma de afrontar la vida, y no debemos olvidar que aprender a sentirnos bien a pesar de los baches es clave para mantener un estilo de vida saludable. Si nosotros sabemos ser felices, nuestros hijos aprenderán de primera mano a valorar la felicidad.
Así que manos a la obra. Si tenemos claro que la felicidad es el camino y no es la meta, seguro que podemos ser felices cualquier día, más allá del Yellow Day, que como cualquier otro sábado, también puede ser el ideal para ser tremendamente feliz.