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Seguro que cuando llega el fin de semana los peques os piden alguna cena especial. Y claro, para ellos lo de especial suele ser sinónimo de hamburguesa, pizza o patatas fritas. ¡Qué felicidad! No sabemos cuál es el secreto, pero la verdad es que la pizza es la típica cena que vuelve locos a los peques, pero también a los adultos, ¿o no es verdad? La pizza es sinónimo de premio, de plato prohibido, de cena para contadas ocasiones… pero no tiene por qué ser siempre así. ¿Existe la pizza saludable?
Vale. Quizá no es cuestión de incluirla cada día en el menú, pero tampoco vamos a demonizarla. Cuando hablamos de pizza saludable nos referimos a optar por una pizza hecha en casa con ingredientes frescos y de calidad. ¿Qué significa esto? Pues que vamos a descartar las pizzas ultraprocesadas o congeladas del súper, ya que tienen demasiadas grasas saturadas y trans, y además contienen azúcar, excesiva sal y muchos conservantes y aditivos. Además, tampoco llamaremos a la típica cadena de comida rápida para que nos la traiga a casa recién hecha por muy cómodo que nos resulte.
Y es que elaborar una pizza en casa es rápido, fácil y también saludable. Además, puede ser la perfecta ocasión para que la familia al completo entre en la cocina y se ponga manos a la obra. Mientras preparáis la masa, los niños también pueden elaborar la suya, ya que para ellos será toda una experiencia mezclar los ingredientes y empezar a amasar hasta conseguir la base perfecta para su pizza. ¡Seguro que les resultará más sabrosa! Además, la pizza no tiene por qué ser redonda, también podemos hacer pizzas individuales y que cada uno le de la forma que quiera.
Si queremos que sea más saludable, también podemos optar por harina integral, o incluso para aquellos que no puedan comer gluten, tenemos la posibilidad de elegir una harina especial para celíacos o incluso experimentar con otras harinas como la de trigo sarraceno, que aunque le va a dar un sabor distinto a la masa, nos va a permitir disfrutar igualmente de la pizza casera sin gluten. Para la masa también utilizaremos aceite de oliva virgen extra que nos va a aportar ácidos grasos saludables.
¿Y qué hay de los demás ingredientes? Las verduras y sus múltiples combinaciones van a ser nuestras grandes aliadas, ya que junto a la salsa de tomate, el queso y el orégano, se convierten en el complemento ideal para darle color y sabor a nuestra elaboración. Y de esta forma, la pizza se convierte en la excusa perfecta para que nuestros peques coman verdura de una forma divertida y casi sin darse cuenta.
Podemos laminar champiñones y cortar finas rodajas de calabacín, de berenjena o de cebolla morada. También podemos cortar daditos de pimiento rojo, verde y amarillo, de cebolla dulce o jamón york, o partir tomatitos cherry para decorar por encima. O por qué no, cuando la pizza ya esté en su punto añadir un poco de rúcula y jamón serrano y volver a meterla en el horno solo unos minutos. También puede ser divertido colocar cada uno de los ingredientes en distintos platos y que cada uno elija su combinación ideal para cubrir su base. ¡Concurso de pizzas a la vista!
¿Os parece un buen plan para el finde? Manos a la masa y dejad que vuestros peques disfruten no solo de la pizza saludable, sino de la maravillosa experiencia de convertirse en maestros pizzeros por un día.
Buon appetito!
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