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En estas fechas es importante hidratarnos bien para que las altas temperaturas no nos jueguen una mala pasada. Los niños pequeños y las personas mayores son los perfiles con mayor riesgo de sufrir deshidratación cuando el calor aprieta, por eso es tan importante tener siempre a mano una botella de agua y acordarnos de beber con periodicidad para sentirnos bien y con energía.
Pero también es verdad que las vacaciones y el calor son el escenario perfecto para tomar zumos, refrescos y helados que ayuden a las niñas y niños a calmar la sed, y precisamente estos productos excesivamente azucarados y elaborados a partir de colorantes y potenciadores del sabor, no son los más adecuados para la salud de nuestros peques.
Sin lugar a dudas, la bebida más sana para todos es el agua, pero como a todos nos apetece variar y degustar nuevos sabores, te animamos a que experimentes y elabores aguas saborizadas para tus peques a partir de diversas frutas. En este blog ya te hablamos de cómo elaborar helados saludables, y ahora te proponemos aguas de sabores como alternativas a los típicos refrescos.
Las combinaciones son tantas como frutas hay en verano. Tienes que elegir la que más te guste, cortarla a dados o en gajos, incorporarla a una jarra de agua y dejarla enfriar en la nevera. Deja pasar al menos 6 horas y verás cómo el agua habrá tomado no sólo el color de la fruta, sino también el sabor. Probad combinaciones y descubrid los sabores que más os gusten. Podéis endulzarlas con un poco de azúcar de caña, miel o canela, o bien degustarlas tal cual, según vuestras preferencias. Y para beberlas bien fresquitas, siempre podéis añadir unos cubitos de hielo a la hora de servir.
Aquí os dejamos algunas ideas para que os inspiréis:
Limonada y naranjada
Es la más clásica y también una de las más refrescantes. La cantidad de limón depende de lo ácida que la queráis, pero aquí os dejamos una propuesta base para que la adaptéis:
Podéis seguir las mismas proporciones utilizando naranjas.
Agua saborizada de piña
Licua unas rodajas de piña con agua. Si la preferís más líquida siempre podéis pasar la mezcla obtenida por el chino o un colador. No obstante, nosotros te recomendamos que no lo hagáis para aprovechar la fibra de la fruta y beneficiaros de todas sus propiedades. Podéis endulzarla con un poco azúcar integral o una cucharadita de miel. ¿El secreto? Servir bien fresquita.
Agua saborizada de frutos rojos
Las fresas les encantan a los peques y son un buen recurso para elaborar aguas saborizadas. Preparadla en dos pasos. Licuad unas cuantas fresas, añadid agua al zumo obtenido, incorporad unas cuantas fresas en la botella y ¡a refrescar! También podéis añadir unas hojitas de menta y… ummhhh
Agua saborizada de sandía
Una opción rápida y refrescante para “comer sandía” de forma divertida. Por sí misma contiene tanta agua que con que le añadáis muy poquita la textura va a quedar genial. Licuad la sandía muy fría y colocad pedacitos de sandía en su interior. Añadir unas hojas de menta y dejar refrescar en la nevera. Es ideal para calmar la sed e hidratarse de forma saludable.
Y no olvidéis prepararlas junto a vuestros peques, que elijan sus frutas favoritas y combinadlas… Que sean partícipes de la elaboración y veréis cómo se olvidan pronto de los refrescos azucarados y los zumos procesados.
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