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La vuelta al cole es para todos una mezcla de bendición y pesadilla: la vuelta a la tan añorada rutina se une también la lucha contra esa entrada en la normalidad a la que los peques, y no tan peques, se resisten.
Si queréis que la vuelta al cole sea más llevadera, os recomendamos algunas cosas a tener en cuenta:
Id cambiando los horarios de manera paulatina: adelantad los horarios de la cena, procurad que se acuesten más pronto, de esa manera, regularizarán su reloj biológico sin darse cuenta.
Ropa, mochilas, zapatos… que todo esté preparado para volver. Esto disminuirá cualquier riesgo de estrés en el niño.
Nada de improvisar ni dejar para el final. Los deberes deben terminarse días antes de volver, para disfrutar del verano hasta el final y tener la mente tranquila y relajada.
El día de la vuelta tiene que reinar un ambiente relajado y feliz. Nos despertaremos alegres, desayunaremos con calma y saludaremos a todos los amigos.
Los cambios deben realizarse de manera progresiva. Poco a poco, en casa iremos descubriendo los cambios del nuevo curso: libros, profesores, tareas. El niño debe entender que a medida que el curso avance tendrá que dedicar más tiempo en casa para consolidar los conocimientos aprendidos.
Sólo un pequeño esfuerzo durante estos días, y veréis como cuando llegue octubre está todo superado.
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